El espacio coworking ideal depende de muchos factores, pero lo primero es determinar qué estás buscando a nivel profesional.
Si lo que deseas es un lugar para simplemente ir a trabajar sin darle mayor importancia a los servicios, la comodidad y tu desarrollo laboral-personal, el coworking solo será una experiencia más; pero si por el contrario anhelas verdaderas oportunidades de crecimiento, en un ambiente óptimo que permita el impulso de tus proyectos, deberás emprender una búsqueda más exhaustiva que te conduzca al espacio coworking ideal para ti.
¡Un momento! Antes de continuar con las claves para sacar el máximo partido a tu espacio coworking en Madrid, nos tomaremos una pequeña pausa para quienes no estamos del todo familiarizados con esto del coworking.
Aunque actualmente sea una tendencia en toda España y el resto del mundo, la realidad es que esta modalidad de trabajo surgió hace algunos años, específicamente en 1995, cuando se funda en Berlín la C-Base e.V.,
Este espacio en Alemania estaba compartido por un grupo de personas con distintos objetivos laborales, comenzaron trabajando bajo el mismo techo como una especie de comunidad.
Más adelante, en 1999, el término coworking fue utilizado por primera vez por Bernie DeKoven, el “padre del coworking”, quien lo empleó para hacer referencia a la colaboración y el trabajo entre varios, gracias a las posibilidades que daban los ordenadores. Ese mismo año se crean en Nueva York las primeras oficinas compartidas: 42 west 24.
Espacios Coworking: Lo que debes saber
Se puede asegurar que esta metodología de trabajo es una tendencia que no apunta a disminuir, sino todo lo contrario. Pero seguramente te preguntarás cual es la mejor opción hoy en día.
Por supuesto que la masificación da paso a la competencia, lo que nos hace preguntarnos, ¿cómo escoger el sitio ideal?, y ¿cómo sacarle el máximo partido a nuestro espacio coworking en Madrid o en cualquier parte del mundo? Interrogantes que esperamos ayudar a despejar en este post.
Para seleccionar el lugar adecuado es importante conocer de donde provienen los espacios coworking, su llegada a España y su expansión, por ello te invitamos a que continúes leyendo.
La llegada y expansión definitiva en Europa
A inicios del 2000 comienzan a aparecer muchos espacios de coworking y un par de años después, la modalidad se extiende a Europa, donde estaría destinada a crecer e incluso diversificarse.
Es en este continente donde nace la primera gran comunidad coworking, aparece la Schraubefabrick, en Austria; un espacio en donde se establecieron y agruparon cooperativas, arquitectos o microempresas al igual que freelancers, en busca de salir de casa para trabajar en un lugar más acorde.
Más adelante, en 2005, la ciudad de San Francisco incorpora al concepto una variedad de servicios que dan paso al espacio coworking contemporáneo, al inaugurar un lugar que ofrecía red wifi, paseos en bicicleta, sala de meditación y masajes. ¡Maravilloso! ¿Cierto?
Posteriormente nacieron los primeros espacios coworking a tiempo completo; como Citizen Space, una empresa norteamericana que continúa en San Francisco, California y Las Vegas.
Con la entrada en escena de Google y el crecimiento de la modalidad de trabajo freelance, el coworking toma un gran impulso y se establece definitivamente como una alternativa para luchar contra la soledad laboral, aunque hoy día va más allá de eso.
En el 2007, se considera como tendencia en la web, lo cual desencadena un incremento en el volumen de búsquedas. Las personas empiezan a buscar directamente esta forma de trabajo, y las keywords “oficina compartida” o “espacios de trabajo compartido” se posicionan entre los primeros lugares.
Ya está establecido el coworking como forma de vida y no solo de trabajo. En 2017 existían, oficialmente, 13.800 espacios de coworking alrededor del mundo; mientras que en España, el número superaba con creces los 1.500, dato que resulta sorprendente si consideramos que en el 2010 había solo 50.
Las claves para aprovechar al máximo tu espacio coworking
Hoy no solo los trabajadores independientes, los emprendedores y pequeñas empresas buscan un espacio coworking, sino que grandes consorcios, bancos y compañías de renombre optan cada vez más por esta modalidad, en detrimento de la tradicional oficina, que parece destinada a la extinción.
La creciente competencia hace necesario innovar y ofrecer más y mejores servicios, así que ya seas un trabajador, una empresa o si deseas crear un espacio coworking, deberás tener en cuenta las siguientes claves.
Lo básico: ofrece todo lo necesario
Lo primero es lo primero. Si queremos que nuestro espacio coworking sea exitoso, debemos ofrecerles a los miembros todo lo que requieran en cuanto a servicios, de modo que no echen de menos estar en una oficina o en su casa. Puede parecer obvio, pero es lo principal y va a influir enormemente en la decisión entre alquilar o salir huyendo.
Cómodas instalaciones, equipos actualizados, excelente conexión a Internet, recursos tecnológicos, asientos ergonómicos, buena iluminación, una ubicación decente, segura y céntrica, un espacio amplio para cada miembro, lugares diferenciados para trabajar, comer, descansar… todos estos factores marcarán la diferencia.
Colabora, el coworking es de todos
La base del coworking es precisamente la cooperación entre empresas de diversas índoles, que gracias a que comparten un espacio de trabajo, se abren a la oportunidad de unir esfuerzos creativos, compartir gastos y estrechar las relaciones humanas entre sus empleados.
Aprovecha esto y genera un ambiente propicio para que se dé la colaboración. Esto se logra derribando barreras comunicativas y acercando a los miembros a través de diversas estrategias que van desde la disposición de los espacios físicos hasta la promoción de actividades grupales.
Existe todo un abanico de opciones que vale la pena probar para reforzar los valores humanos y conocer nuevos puntos de vista e ideas innovadoras.
24/7, flexibilidad horaria
Atrás quedaron los espacios de coworking que solo abrían de lunes a viernes en horario de oficina o nada más un par de días a la semana.
Y es que el concepto de oficina está quedando en el pasado. Como ya señalamos, con ello también se transforman inevitablemente las nociones de horarios.
Ahora la gran mayoría funciona las 24 horas del día los 7 días de la semana, a fin de que cada coworker pueda seleccionar, según la empresa para la que trabaje, los días y horas en que hace uso del servicio.
Como ya dijimos, el espacio coworking ideal debe fomentar las relaciones humanas. Una de las formas de lograrlo es proponer talleres, cursos u otras actividades que ayuden al crecimiento personal y profesional de cada uno de los miembros.
Talleres de yoga y jornadas de meditación van a ayudar a que el trabajador se desconecte un rato de su asiento, afrontando sus labores con una nueva actitud y mente más fresca; mientras que cursos especializados en algún área como redes sociales, realidad virtual o blogging van a colaborar en la optimización del trabajo.
¿Quién da el primer paso?
Si somos nosotros los promotores del espacio coworking, no podemos ser sujetos pasivos, no somos simples arrendadores o administradores de un inmueble. Debemos dar el primer paso para hacer que las cosas se den, generar oportunidades y eventos de interés para todos.
Por supuesto, con esto no queremos decir que no respaldemos las iniciativas de otros; al contrario, nuestro papel consiste en apoyar y entablar relaciones positivas con los demás.
Con un ojo en los nuevos sectores
Estar al tanto de los nuevos nichos de mercado es una clave importante. El e-commerce, la ciberseguridad y los negocios relacionados con big data han evidenciado un alza sustancial en los últimos años.
De hecho, las actividades que implican el análisis de datos mueven miles de millones de euros al año; mientras que el comercio electrónico no ha dejado de crecer desde su aparición, con énfasis en la industria de la moda.
Por eso, no está de sobra analizar constantemente los sectores en crecimiento, bien sea para establecer alianzas, para formarte o para ofrecer formación.
Omnicanalidad sobre multicanalidad
Las nuevas tendencias de la comunicación online, e incluso offline, favorecen la onmicanalidad, un concepto relativamente nuevo que se contrapone a la multicanalidad.
En esta última, el cliente es “asediado” por una avalancha de información dispar que puede ocasionar confusiones y dispersión; mientras que las estrategias onmicanal buscan dar una imagen más coherente e incluso clara de la marca, todo con el fin de generar sinergia y recopilar datos con más eficacia.
Lo positivo de todo esto es poder estar actualizado con las nuevas vías o formas comunicativas, que resulten en un ambiente laboral, en una imagen generando identidad, coherencia y sentido de pertenencia.
Planes para todos
Tu espacio coworking debe brindar diversos planes y tarifas, basados en los distintos tipos de clientes. Podrás encontrar al trabajador independiente en busca de un lugar modesto y también al ejecutivo de negocios que querrá un espacio más grande y con acceso a más servicios.
Asimismo, debes ofrecer contratos que contemplen variadas modalidades de permanencia. Así te aseguras de que acudan a ti tanto el viajero que estará en Madrid por un par de meses como el empresario que quiere que su personal esté permanentemente en tu coworking.
Espacios dinámicos y con personalidad
Considerando la diversidad de perfiles profesionales que conforman un coworking, el diseño del espacio puede convertirse en un problema o en una oportunidad.
Fotógrafos, diseñadores, periodistas, CEO’s, webmasters, comerciantes, todos van a requerir características distintas en su área de trabajo, sin contar con sus personalidades y las especificaciones de sus contratos.
Es allí donde entran en juego elementos de diseño modernos como los tabiques móviles, cuya versatilidad y dinamismo los convierten en herramientas muy útiles cuando toca dividir recintos o salas según las necesidades del personal.
Gracias a este y otros elementos, se logra tener un espacio laboral amplio, agradable al igual que confortable; al tiempo que permiten respetar la individualidad sin impedir el compañerismo.
Áreas comunes atractivas y activas
Las mejores relaciones profesionales y personales se establecen en las áreas comunes. Este es uno de los secretos de los espacios de coworking, ya que es allí donde se encuentra toda la comunidad.
Entonces, no pierdas de vista los detalles en cocina, sofás, comedor, pasillos, vestíbulo, sitios de mucha interacción social, donde se crean nuevos proyectos, surgen ideas brillantes y nexos profesionales sólidos.
¿El espacio coworking sustituirá a la oficina?
Imaginemos una oficina tradicional: filas de cubículos, escritorios, dos o tres puertas, escritorios más grandes para los cargos superiores.
Esa imagen parece destinada a desaparecer ante el surgimiento del coworking, que ha significado una revolución en el mercado mundial.
En España, por ejemplo, es una alternativa que ya no solo atrae a jóvenes emprendedores y a freelancers, sino también – como señalamos más arriba – a enormes multinacionales que buscan espacios modernos que den rienda suelta a la creatividad y donde captar el mejor talento.
De acuerdo con Guzmán de Yarza, responsable de Workplace Strategy, el mercado de alquileres de oficinas es sumamente estático, puesto que implica complejas transacciones y largos arrendamientos. “Para que una compañía se mudara de sede el proceso duraba por lo menos dos años. Hoy eso ha cambiado, los espacios son más flexibles”.
El mercado del coworking crece a pasos agigantados. Existen cadenas internacionales como WeWork y Spaces que llegaron a España con planes de mayor expansión. WeWork, por ejemplo, cuenta con 250 mil clientes en 29 ciudades de 8 países.
Esta compañía que está valorada en 20 mil millones de dólares y que podría subir hasta 40 mil millones según The Wall Street Journal, ya abrió dos centros en Madrid y pronto inaugurará un tercero; al igual que en Barcelona, donde tiene uno y abrirá el segundo.
Spaces, por su parte, tiene bajo su gestión más de 5 millones de metros cuadrados en mil ciudades. Nada más en España, son 70 mil metros cuadrados en 45 centros. Sus planes estiman aumentar su superficie en alrededor de 50% a corto plazo; no solo en las grandes ciudades como Madrid, sino en las capitales de provincia como Cuenca o Valladolid.
Invertir en un espacio coworking: La alternativa del momento
A mediados de 2018 se había contratado en Madrid 18 mil metros cuadrados destinados a esto, casi la misma cantidad total del 2017.
Por si fuera poco, las inmobiliarias tradicionales están viendo el potencial de este sector y adquiriendo empresas de coworking.
¿Buscas el lugar ideal para trabajar? En Smart Coworking somos conscientes de lo que necesitas. Ahora puedes contar con todo lo que ofrecemos.
Para nosotros lo más importante es que nuestros clientes se sientan a gusto. ¡Anímate y prueba nuestros espacios!