Descubre en qué consisten los espacios de coworking y los beneficios que tiene trabajar en uno de ellos.
Los espacios de coworking son ya una opción real para aquellas empresas en busca de un sitio físico para instalar sus oficinas. Pero es mucho mejor que una oficina, ya que se crea un micro sistema colaborativo entre las empresas que habitan bajo ese mismo techo.
La idea de los coworking apareció en 2005 en San Francisco. Lo puso en marcha el programador Brad Neuberg. El espacio ofrecía (solo dos días a la semana) ocho mesas de trabajo, wifi gratuito, almuerzos compartidos, descansos para meditación, masajes y paseos en bicicleta.
Concepto de coworking
El concepto es sencillo. Se trata de un espacio de trabajo compartido donde se entremezclan profesionales que no tienen por qué ser de un mismo sector. Cada uno paga una cuota mensual a la empresa que alquila el espacio, como si de un gimnasio se tratara.
En vez de que tu empresa asuma todos los gastos que requiere alquilar (o comprar) una oficina particular solo para tu equipo, que a veces puede resultar muy costoso, en un espacio de coworking solo pagas la cuota mensual, que incluye diversos servicios extra que, en un espacio propio, tendrías que asumir el coste.
Para emprendedores que están empezando, y que no disponen de un capital muy alto para invertir, el coworking es la mejor opción para trabajar con tu equipo, ya que solo destinas una pequeña cantidad al mes a este fin, destinando la mayor parte de tus fondos a hacer despegar tu negocio. También te evita otras preocupaciones, como contratar a alguien que limpie (el coworking se encarga), tener que comprar mobiliario y pagar las facturas del agua y la luz, entre otras cosas. No tienes que perder tiempo entre miles de facturas.
Estos últimos años, los espacios de coworking ya no se reservan solo a startups y pymes, sino que también han captado el interés de grandes compañías. Si en otros países alojan a Google o Amazon, en Madrid tienen a Airbus, al banco holandés Nationale-Nederlanden o a la consultora tecnológica estadounidense Gartner.
Bien es cierto que al ser un espacio abierto se pierde un poco la privacidad, sobre todo si en tu empresa tratáis temas delicados o que, al estar en período de prueba, aún no puede conocerse su existencia. Pero los coworking ya han pensado en eso.
Tipos de espacios de coworking
Los espacios se dividen en diferentes tipos de oficinas, que van de lo más abierto a un despacho cerrado, evitando la visita de curiosos.
–Oficinas compartidas: Consistentes en mesas largas cuyos puestos pueden estar reservados por empresas (o particulares), o tú llegas cada día y te sientas en el primero que ves libre con tu ordenador para trabajar. Es ideal para trabajadores a distancia, freelance o equipos pequeños, que no necesitan de un gran despacho para realizar sus tareas. Las mesas disponen de enchufes para conectar tus dispositivos y el espacio suficiente entre una silla y la de al lado para no sentirte aprisionado y angustiado. La cuota mensual variará entre si tienes un sitio fijo o llegas por libre. Esta última viene bien si solo puedes ir unos cuantos días a la semana o estás de paso.
–Oficinas privadas: Cuatro paredes solo para ti y tu equipo. Privacidad total para tu negocio, para poder hablar en alto entre vosotros, discutir los temas del día y tener vuestro material de oficina propio a buen recaudo y sin peligro de hurtos, ya que se cierra con llave al final de la jornada. Este tipo de espacios tiene un coste mayor, y es lo más parecido a tener una oficina particular.
–Centro de negocios: Los Business centers ofrecen una gran variedad de servicios adicionales al alquiler (secretaria, asesoría, servicios de traducción…). Se caracterizan por estar especializados en el alquiler de despachos y disponer de ubicaciones estratégicas en el centro de las ciudades.
–Hub: Son espacios de inspiración donde se da prioridad al networking e intercambio de ideas. Muy enfocado a emprendedores con proyectos en estado embrionario y startups.
Otros servicios de coworking
En muchos espacios, además de las típicas mesas de oficina, también habitan otro tipo de zonas para estar sentado tranquilamente trabajando, ya que a muchas personas estar en una silla ocho horas seguidas les resulta incómodo. Hablamos de sillones, sofás, sillas altas con mesitas, etc., donde incluso tomarte un descanso, sentarte a escribir emails o mensajes, o incluso mantener una reunión informal con un cliente.
Para reuniones más formales, los espacios de coworking disponen de salas de reuniones a puerta cerrada. La ventaja es que puedes reservarla solo cuando la necesites. Un empleado del coworking llegará y preparará todo para tu reunión, desde poner a punto el proyector hasta añadir botellas de agua y vasos a cada una de las sillas de la sala.
Así tendrás la privacidad total (incluso de tu equipo) para reunirte con tus clientes o potenciales clientes, para presentarles productos, novedades, u ofrecerles tus servicios para futuras colaboraciones. También viene perfecto para realizar entrevistas de trabajo para ampliar tu plantilla. Reservarlas no suele tener un coste extra, y la mayoría de espacios disponen de salas de diversos tamaños según el número de personas que necesites que asistan a la reunión.
Pero lo que realmente caracteriza a los espacios de coworking es que incluyen zonas comunes, donde está la verdadera esencia de una oficina colaborativa. Contar con zonas reservadas a descansar, comer, cocinar o tomarse un café ayuda a los trabajadores a desconectar y que la jornada laboral no se les haga tan larga. Además, es ahí donde se puede realizar el famoso networking, tan preciado entre los emprendedores.
Aunque tú y la persona con la que te estás tomando un café no trabajéis en el mismo sector, nunca sabrás cuándo puedes necesitar de sus servicios (o él de los tuyos). También, ya si entablas amistad con otros trabajadores, pedirles si pueden darte su opinión sobre tu empresa o alguna de sus funciones (o incluso que te ayuden), viene genial para tener un punto de vista externo de tu negocio y darte cuenta de si lo estás haciendo bien.
De ayudarte a llevar mejor tu negocio también se encarga el espacio de coworking, que, dependiendo de cada uno, organiza con frecuencia diversos talleres formativos. Estas sesiones tratan de ser lo más generales posibles para atraer el máximo número posible de usuarios que alquilan el espacio, ya que los sectores en los que trabajan son muy distantes. Hay que encontrar un punto de inflexión en el que todos coincidan y dependan.
¿El coworking es la mejor opción para tu empresa?
Si te pasa alguna de estas situaciones a ti o a tu equipo en el día a día, el coworking es para ti:
–“Se me queda la casa pequeña”: Tu empresa está creciendo y sientes que tu mesa de la cocina o del salón se quedan pequeñas. Si estás desarrollando una startup sabrás que llega un momento en el que las reuniones con clientes o inversores ocurren casi a diario y que ese rinconcito de tu casa el cual antes era perfecto, ya no vale. Llegado ese momento, la primera fase es trasladar las reuniones a una cafetería, pero ¿y si sigue siendo insuficiente? La única opción será optar por las salas de reuniones, bien alquilándolas, o bien siendo miembro de un espacio de coworking y teniendo acceso a esas instalaciones.
–“Mi eficacia trabajando cada vez es menor, tengo muchas distracciones”: Uno de los peros de trabajar en casa es que es muy fácil caer en la rutina. Cuando estas solo no sientes la misma presión de cuando estas en una oficina y ves a otros que están terminando su trabajo antes que tú. Si eliminamos el elemento de la presión y lo unimos al de la rutina, se forma una atmósfera totalmente negativa que te impide ser eficiente en tu trabajo y que hace que pierdas la atención más fácilmente, cayendo en la tentación de mirar las redes sociales y quedar atrapado en la red durante horas.
–“El wifi me va lento”, “Necesito una impresora más potente”: Cuando comienzas a trabajar en casa piensas que contando con internet y un ordenador es más que suficiente. Cuando el volumen de trabajo aumenta y te empieza a fallar el wifi, empiezas a necesitar imprimir muchos documentos y tu pequeña impresora no da más de sí, es entonces cuando piensas que quizás un coworking sea la mejor opción para ti, y ¡estás en lo cierto!
“Estoy cansado de pasar tanto tiempo solo”, “Me gustaría trabajar con compañeros”: Aunque en alguna ocasión hayas pensado que la compañía de tu perro es más que suficiente, todos necesitamos estar rodeados de personas con las que poder interactuar. Trabajar en casa es muy cómodo y te da mucha libertad, pero a la vez también te hace perder la oportunidad de formar parte de una comunidad y de conocer a otros emprendedores con los que poder establecer interesantes relaciones laborales. Además, estar en contacto continuo con otros aviva tu creatividad y te permite crecer como profesional y como persona, aprendiendo día a día de otros profesionales.
Cambio del modelo de trabajo
La economía digital ha supuesto una remodelación en el perfil del profesional. Ahora, nos encontramos con profesionales que suelen estar caracterizados por ser emprendedores jóvenes con actividades basadas en lo tecnológico. Además, son ávidos de experiencias y tratan de buscar un entorno en el que poder desarrollar esas ideas. Muchos de ellos, en torno a los 2,3 millones durante el último año, han encontrado su espacio dentro del universo del coworking. Estos espacios flexibles crean verdaderos zoos de cristal.
“Donde hoy se trabaja, mañana se hace una comida o una presentación, y viceversa, y el espacio debe soportarlo y estimularlo”, comentaba el arquitecto Juan Herreros. El abanico de posibilidades que abre este nuevo modelo es inmenso. Se mueven entre lo industrial y lo cotidiano. Pero, sobre todo, desprenden un sentido de comunidad. El empeño es mezclar talentos de mundos distintos. Crear redes. Enriquecer la palabra. Y esto es pólvora sobre el fuego. “Ver a gente trabajando duro motiva a hacer lo mismo, pero además nunca nos interrumpen, porque nuestro trabajo es independiente, no interdependiente”, son palabras del profesor de liderazgo de Harvard Business School. Este ecosistema fragua con talleres, yoga, mindfulness. La mezcla perfecta entre lugar de trabajo y lugar de ocio.
El coworking quiere reimaginar el modelo clásico, y sus números revelan que el crecimiento ha sido de vértigo. En 2007, según los datos que ofrece la consultora Emergent Research, se podían econtrar tan solo 14 espacios compartidos en todo el planeta. Al final del año alcanzarán los 17.725. Las previsiones indican que en 2022 esta cifra se extenderá hasta los 30.432. A pesar de no existir cifras oficiales de cuanto puede ingresar el sector del coworking, pero sí que se conoce que el número de miembros no para de aumentar. Si este año se contaba con 2,3 millones, se espera que se llegue a los 5,1 en el año 2022. Y la industria cada vez necesita más terreno.
Una de las empresas que más está creciendo estos últimos tiempos es Smart Coworking, espacio de trabajo colaborativo que nace de una tradición familiar de emprendedores. Tres generaciones de empresarios que buscan generar alrededor de un espacio de trabajo una comunidad donde sus miembros puedan desarrollar proyectos comerciales rentables basados en la colaboración, la sostenibilidad ambiental y el impacto social positivo.
Colaboración
Desde Smart Coworking creemos que un coworking es mucho más que un espacio de oficinas. Tiene que ver con la gente y la comunidad que se genera en su interior. Porque trabajar sólo puede ser duro y solitario, el coworking te da la oportunidad de trabajar con otros en un entorno motivador e inspirador. Ofrecen un espacio para crear e intercambiar, compartir ideas y aprender, encontrar nuevas oportunidades e inspirarse en las ideas y en el trabajo de mentes despiertas y creativas
Cosmopolita
Vivimos en una ciudad en continua transformación y desarrollo donde gente de todo el mundo disfruta viviendo. Madrid es parte de un mundo globalizado y en Smart Coworking hemos creado un espacio donde la gente pueda encontrarse y compartir desde sus diferentes culturas porque la multiculturalidad es una clave esencial para desarrollar tu negocio y crecer tanto personal como profesionalmente. Ser un Smart Coworker es formar parte de una comunidad creciente y diversa.
Eco-friendly
Una parte importante del impacto medioambiental global proviene de los espacios de oficina. En Smart Coworking queremos colaborar para reducir ese impacto. Por eso se han aliado con productores de Comercio Justo y tratan cada día de reducir nuestra huella ecológica. Ayudamos a salvar el planeta, día a día, trabajando para hacer espacios de trabajo más sostenibles.
Smart Coworking es el espacio de coworking idóneo para asentar tu empresa y mejorar su productividad.
Un artículo muy completo, muchas gracias por compartir.